LLUVIA DE ESTRELLAS
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Astros Menores del Sistema Solar
Los Planetoides, Asteroides, Cometas y Meteoros son cuerpos menores que forman parte del Sistema Solar. Se mueven en diferentes órbitas y emplean diferentes tiempos girando alrededor del Sol. Algunos son perturbados en sus trayectorias por la presencia vecina de uno que otro planeta, o bien impactan sobre la superficie de estos, o de sus lunas, dejando diversos cráteres, como los miles que se cuentan en nuestra luna, los planetas Mercurio, Marte y en los asteroides.
Comparación de tamaños entre la Tierra y la Luna con algunos planetas menores trans-neptunianos, como Plutón, Eris y Makemake; dos de los cuales presentan sus propias lunas, (Charon y Dysnomia). Ceres es tambien considerado como planeta menor, aunque se encuentra en el cinturón de los Asteroides, entre las órbitas de Marte y Júpiter.
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Plutón | Planetoide |
Por acuerdo de la Unión Astronómica Internacional, (UAI), a partir de 2006, se denomina como Planeta a todo cuerpo celeste que reúna al menos tres condiciones: girar alrededor de una estrella, (en nuestro caso el Sol); ser lo bastante masivo como para que su gravedad lo haya redondeado; debe haber limpiado de otros cuerpos la vecindad de su órbita. Esta última razón no la cumple Plutón, por la cual fue rebajado a “Planeta menor” o Planetoide, al igual que otros cuerpos lejanos situados más allá de la órbita de Neptuno. Tambien se argumenta sobre Plutón su menor tamaño, (2,370 km de diámetro), siendo más pequeño que las cuatro lunas mayores de Júpiter; de Titán (5,000 km) una luna de Saturno, así como de nuestra luna (3,476 km).
Plutón emplea 248 años en completar su órbita alrededor del sol. Rota en seis dias y medio y se encuentra unas 40 veces más alejado del sol que la Tierra, o sea a unos 6,000 millones de kms. Su principal luna es Charon (Caronte), girando ambos alrededor de un centro común. Plutón fue descubierto en 1931; visitado por la sonda “Nuevos Horizontes” en julio de 2015. Su magnitud de 14m requiere un telescopio de 20 pulgadas como mínimo para poder observarlo. Actualmente se encuentra en la constelación de Sagitario. |
Asteroides
Entre las órbitas de Marte se encuentran desparramados miles de pequeños cuerpos rocosos e irregulares que se conocen como Asteroides, cada uno siguiendo su propia trayectoria y empleando diferentes tiempos para completar una vuelta alrededor del sol.
A principios del siglo XIX fueron descubiertos los cuatro primeros: Ceres, Palas, Juno y Vesta. Hoy se han registrado varios miles. Unos pocos tienen sus perihelios más cercanos al sol que la Tierra, mientras otros, por el contrario, se alejan en su afelio más allá de la órbita de Neptuno. Un grupo llamado Los Troyanos quedaron sujetados a la órbita de Júpiter, precediendo o siguiendo por 60º la posición de este planeta en un momento dado.
Existen evidencias que algunos entre los asteroides fueron núcleos de cometas en el remoto pasado, quedando reducidos a rocas una vez que la radiación solar disipó los de gases originales que los envolvían. Dado los diversos tamaños e irregulares formas de los asteroides es posible creer que entre todos no lograron conformar un solo planeta, manteniéndose fragmentados y dispersos por las perturbaciones gravitatorias que el vecino Júpiter ha ejercido sobre ellos.
Salvo Vesta, que brilla en el límite de la visibilidad a ojo desnudo, los demás asteroides son invisibles a simple vista, pero basta un par de binóculos para observar varios en el cielo, si de previo se conoce su posición exacta entre las constelaciones. Vesta tiene forma ovoide y presenta varios cráteres de impacto en su desnuda superficie. Ceres es de forma redonda de mayor tamaño, por lo cual ha sido clasificada como Planeta Menor, no obstante encontrarse en la banda de los asteroides. Presenta una multitud de cráteres, algunos de los cuales presentan manchas blancas, que emanan sales como el sulfato de magnesia, (“leche de magnesia”).
A principios del siglo XIX fueron descubiertos los cuatro primeros: Ceres, Palas, Juno y Vesta. Hoy se han registrado varios miles. Unos pocos tienen sus perihelios más cercanos al sol que la Tierra, mientras otros, por el contrario, se alejan en su afelio más allá de la órbita de Neptuno. Un grupo llamado Los Troyanos quedaron sujetados a la órbita de Júpiter, precediendo o siguiendo por 60º la posición de este planeta en un momento dado.
Existen evidencias que algunos entre los asteroides fueron núcleos de cometas en el remoto pasado, quedando reducidos a rocas una vez que la radiación solar disipó los de gases originales que los envolvían. Dado los diversos tamaños e irregulares formas de los asteroides es posible creer que entre todos no lograron conformar un solo planeta, manteniéndose fragmentados y dispersos por las perturbaciones gravitatorias que el vecino Júpiter ha ejercido sobre ellos.
Salvo Vesta, que brilla en el límite de la visibilidad a ojo desnudo, los demás asteroides son invisibles a simple vista, pero basta un par de binóculos para observar varios en el cielo, si de previo se conoce su posición exacta entre las constelaciones. Vesta tiene forma ovoide y presenta varios cráteres de impacto en su desnuda superficie. Ceres es de forma redonda de mayor tamaño, por lo cual ha sido clasificada como Planeta Menor, no obstante encontrarse en la banda de los asteroides. Presenta una multitud de cráteres, algunos de los cuales presentan manchas blancas, que emanan sales como el sulfato de magnesia, (“leche de magnesia”).
Cinturón de Kuiper
Varios son los planetas menores detectados más allá de Plutón con auxilio de fotografías de larga exposición y cuya presencia se confunde con las estrellas lejanas de poco brillo, formando parte del llamado Cinturón de Kuiper. Entre ellos figuran los siguientes: Plutón, Eris, Makemake, Haumea, Sedna, Quaoar, Orcus, Ixon, Varuna, etc. Algunos presentan sus propios satélites.
En efecto, más allá de Neptuno y Plutón se extiende una ancha banda de pequeños planetas en cantidades multitudinarias que giran en lejanas órbitas empleando varios siglos para completar una vuelta alrededor del sol. Sus orbitas se encuentran en el mismo plano de los planetas. El Cinturón de Kuiper está lleno de cuerpos rocosos, completamente congelados. Son fragmentos residuales situados en la periferia del sistema solar que se conservan intactos e independientes desde la formación del sistema hace 4,500 millones de años. |
Multitud de cometas tienen su origen en el cinturón En ocasiones algunos sufren alguna perturbación de un cuerpo vecino que los “descarrilan” y empujan hacia el interior del sistema solar, donde quedan atrapados por la gravedad del sol, obligados en sus nuevas órbitas a visitar con cierta frecuencia el interior del sistema como “cometas periódicos”. Esos son los cometas de corto periodo que completan sus órbitas entre 3 y 200 años.
La atracción gravitatoria del sol no sólo retiene a los cuerpos de Kuiper girando en su torno, sino que se extienden mucho más allá hacia el espacio estelar; donde existen por millones, esparcidos en todas las direcciones, dentro de un espacio conocido como la Nube de Oort.
La atracción gravitatoria del sol no sólo retiene a los cuerpos de Kuiper girando en su torno, sino que se extienden mucho más allá hacia el espacio estelar; donde existen por millones, esparcidos en todas las direcciones, dentro de un espacio conocido como la Nube de Oort.
El Cinturón de Kuiper y la Nube de Oort
La Ultima Tuleh (2014 MU69) el más lejano confin alcanzado a la fecha por una nave espacial más allá de Plutón e internado en el nutrido Cinturón de Kuiper. En el diágrama aparecen otros planetoides como Haumea, Makemake y Eris. (Wikipedia).
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La Ultima Thule, el objeto estelar más distante jamás explorado por la humanidad. (Darik News. NASA).
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Como un muñeco de nieve es la primera imagen del planetoide bautizado inicialmente como la Ultima Tule, en vista de su gran lejanía. Este nombre legendario era el que atribuían los antiguos viajeros o marineros a un hipotético lugar nunca alcanzado por el hombre, supuesamente ubicado en el confín del globo terrestre.
Este planetoide ubicado más allá de la orbita de Pluton, en el interior del llamado Cinturón de Kuiper representa el más lejano objeto celeste buscado y encontrado por la sonda espacial llamada Nuevos Horizontes, que en Julio de 2015 alcanzó llegar hasta Plutón; fotografiarlo con su luna Caronte y poner en evidencia las caracteristicas físicas, (para no llamarlas geográficas), de estos lejanos mundos congelados y tan definidas que sorprendió a los astrónomos descubrir los accidentes en detalles, desconocidos y poco sospechados que cubren la supericie de ambos astros.
Para sorpresa de todos, el planetoide es cuape, pues lo conforman dos mundos redondondos en contacto, unidos por un anillo de hielo, que en conjunto miden tan sólo 31 km de largo y completan un orbit alrededor del lejano sol en 297 años.
Este planeta menor se formo al inicio del sistema solar, hace unos 4,600 milones de años, cuando cuerpos de menor masa fueron atraidos por la gravedad de otros vecinos más masivos, fusionándose entre sí. Los astrónomos suelen llamarlos plantesimales, que por centenares o miles se agruparon y compactaron hasta formar las lunas y planetas esféricos de mayor tamaño, (incluyendo la Tierra), que hoy conocemos y se encuentran consolidados y concentrados en el interior del sistema solar actualmente.
Este planetoide ubicado más allá de la orbita de Pluton, en el interior del llamado Cinturón de Kuiper representa el más lejano objeto celeste buscado y encontrado por la sonda espacial llamada Nuevos Horizontes, que en Julio de 2015 alcanzó llegar hasta Plutón; fotografiarlo con su luna Caronte y poner en evidencia las caracteristicas físicas, (para no llamarlas geográficas), de estos lejanos mundos congelados y tan definidas que sorprendió a los astrónomos descubrir los accidentes en detalles, desconocidos y poco sospechados que cubren la supericie de ambos astros.
Para sorpresa de todos, el planetoide es cuape, pues lo conforman dos mundos redondondos en contacto, unidos por un anillo de hielo, que en conjunto miden tan sólo 31 km de largo y completan un orbit alrededor del lejano sol en 297 años.
Este planeta menor se formo al inicio del sistema solar, hace unos 4,600 milones de años, cuando cuerpos de menor masa fueron atraidos por la gravedad de otros vecinos más masivos, fusionándose entre sí. Los astrónomos suelen llamarlos plantesimales, que por centenares o miles se agruparon y compactaron hasta formar las lunas y planetas esféricos de mayor tamaño, (incluyendo la Tierra), que hoy conocemos y se encuentran consolidados y concentrados en el interior del sistema solar actualmente.
Cometas
Los cometas son cuerpos celestes constituidos por hielo, polvo y rocas que orbitan alrededor del Sol siguiendo distintas trayectorias y empleando diferentes tiempos en circundarlo. A medida que se acercan al sol el calor sublima sus gases y liberan polvo, proyectando una larga cola a partir del núcleo delantero que apunta siempre en dirección al sol.
Los cometas del Cinturón de Kuiper tienen períodos cortos de retorno no mayores de dos siglos. La gran mayoría son poco visibles y han sido detectados a través de telescopios y fotos de exposición, siendo el cometa Halley el más espectacular con período de 75 años. Su órbita es elíptica y se extiende desde el sol hasta Neptuno. Volverá cerca de la Tierra en 2061.
Los cometas del Cinturón de Kuiper tienen períodos cortos de retorno no mayores de dos siglos. La gran mayoría son poco visibles y han sido detectados a través de telescopios y fotos de exposición, siendo el cometa Halley el más espectacular con período de 75 años. Su órbita es elíptica y se extiende desde el sol hasta Neptuno. Volverá cerca de la Tierra en 2061.
Anualmente se descubren hasta 10 cometas, la gran mayoría telescópicos, bautizados con el apellido del aficionado(s), o astrónomo, que primeramente los descubre. La frecuencia de observar uno de estos a simple vista es por lo general cada 5 a 10 años.
Los cometas de largo período proceden por lo general de la Nube de Oort. Sus órbitas suelen ser elipses muy excéntricas (alargadas), o parabólicas, con retornos que comprenden desde dos siglos hasta varios milenios. Aquellos que siguen órbitas hiperbólicas pueden proceder del espacio interestelar donde se originan. Son atraídos hacia el sol una sola vez, para nunca más volver.
Los cometas de largo período proceden por lo general de la Nube de Oort. Sus órbitas suelen ser elipses muy excéntricas (alargadas), o parabólicas, con retornos que comprenden desde dos siglos hasta varios milenios. Aquellos que siguen órbitas hiperbólicas pueden proceder del espacio interestelar donde se originan. Son atraídos hacia el sol una sola vez, para nunca más volver.
Meteoros
Forman parte del sistema solar los meteoros que suelen llamarse “estrellas fugaces”, o exhalaciones, las que se prenden al penetrar y consumirse rápidamente en la atmosfera, dejando tras de sí una estela luminosa, y los meteoritos de mayor tamaño que logran precipitarse a la superficie de nuestro planeta. Esto cuerpos son de variados tamaños, (desde partículas hasta rocas), cuando se cruzan con la Tierra y penetran en su atmósfera con tal velocidad que la fricción y resistencia del aire los sobrecalienta y torna luminosos por fugaces instantes. Terminan por desintegrarse, o precipitarse sobre la superficie de la Tierra.
Se trata de fragmentos o residuos aislados que abundan en los espacios interplanetarios y son atraídos por la gravedad terrestre. Su visibilidad depende por lo general de la posición del observador en relación al movimiento de la Tierra. Son más abundantes en las horas de la madrugada, por enfrentar el observador la direccion en que se mueve la rotación y traslación de la Tierra (hacia el Este).
Se trata de fragmentos o residuos aislados que abundan en los espacios interplanetarios y son atraídos por la gravedad terrestre. Su visibilidad depende por lo general de la posición del observador en relación al movimiento de la Tierra. Son más abundantes en las horas de la madrugada, por enfrentar el observador la direccion en que se mueve la rotación y traslación de la Tierra (hacia el Este).
En determinadas épocas del año ocurren “lluvias de estrellas”, donde los cursos son paralelos aunque discontinuos y las estrellas fugaces son de variadas magnitudes. Para registrar estos casos se prefieren fotografías dirigidas a una determinada sección del cielo y con tiempos de mayor exposición. Por lo general las lluvias de estrellas consisten en multitud de fragmentos, posibles restos de antiguos cometas desintegrados cuya trayectoria se cruza con la órbita de la Tierra, siendo más copiosas en los años que corresponden a la intercepción de la parte más densa del núcleo cometario desintegrado.
El cruce anual del antiguo cometa Swift-Tuttle con la órbita de la Tierra, alrededor del 11 de Agosto, provoca la lluvia de estrellas conocidas como Perseidas, popularmente llamadas “Lágrimas de San Lorenzo”.
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La lluvia de las Leónidas que ocurrió en noviembre de 1999 fue de varios centenares de meteoros por hora y volverá a repetirse cuantiosamente en el 2032.
La lluvia ocurrida de noviembre de 1833 fue espectacular, tal como la presenta una ilustracion de la época, habiendo estimado varios miles de meteoros por hora.
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Lluvia de Estrellas
En las lluvias de estrellas cada fragmento sigue un curso paralelo, que por razones de perspectiva parecen proceder de un determinado punto del cielo que se denomina “radiante”. El nombre colectivo de la lluvia es el patronímico de la constelación donde se encuentra el radiante.
Las principales lluvias de estrellas nocturnas con sus nombres, fechas y número de meteoros por hora son:
Cuadrántidas | Enero 3-4 | 120
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Las Gemínidas que tienen su radiante en la constelación de Gemini (Los Gemelos), cerca de Pólux y Cástor, se podrán observar a partir de las 10 pm en la noche del 12 y la madrugada del 13 de Diciembre.
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