Mapa Estelar correspondiente al mes de Enero
Tiempo propicio para el observador casual del Cielo
El Mapa Estelar (adaptado de Heavens-Above.com), presenta la bóveda celeste observada en Nicaragua y proyectada en un plano, con el cenit, (punto más alto), en el centro del círculo y el horizonte en el contorno, circunscrito por los puntos cardinales con sus grados (azimut) contados a partir del punto Norte, en el sentido de las agujas del reloj, del modo siguiente:
N (Norte). 00° NE (Noreste). 45° E (Este). 90° SE (Sureste). 135° S (Sur). 180°
SW (Suroeste). 225° W (Oeste). 270° NW (Noroeste). 315° y nuevamente N (Norte). 360° |
Como Utilizar el Mapa Estelar
Para orientarse en el Mapa Estelar el observador deberá rotarlo, de modo que el punto cardinal en cuya dirección está mirando se encuentre hacia abajo.
En este mapa del mes correspondiente se muestra un conjunto de constelaciones cuyas posiciones en la bóveda celeste con relación al cenit y al horizonte cambian continuamente en sentido Este-Oeste por efecto de la rotación real de la Tierra. De una noche a la siguiente este desplazamiento es de 4 minutos menos con relación a la posición en la noche anterior. Esto significa que el horario para observar del cielo con la ayuda del mapa se adelanta una media hora por semana, una hora por quincena y dos horas por mes, en términos generales.
El tiempo más propicio para el observador casual del cielo fue escogido en el mapa estelar entre las 7 y 9 pm, siendo esta última hora la que corresponde al aspecto del cielo a principios del mes, mientras el horario alrededor de las 7 pm rige para finales del mismo, tal como lo indica la regla que encabeza cada mapa. En los meses siguientes saldrán por el horizonte Noreste-Este-Sureste (N-E-S) nuevas configuraciones estelares y se ocultarán por el Noroeste-Oeste-Suroeste (N-O-S) aquellas próximas al horizonte en esta última dirección. Esto se debe al movimiento de la Tierra en su órbita alrededor del Sol, la cual describe en sentido Oeste a Este.
Este cambio es muy evidente en las constelaciones zodiacales: en Enero, por ejemplo, la constelación de Capricornio se oculta en medio del crepúsculo, mientras resurge a la luz del alba Sagitario que la precede.
En este mapa del mes correspondiente se muestra un conjunto de constelaciones cuyas posiciones en la bóveda celeste con relación al cenit y al horizonte cambian continuamente en sentido Este-Oeste por efecto de la rotación real de la Tierra. De una noche a la siguiente este desplazamiento es de 4 minutos menos con relación a la posición en la noche anterior. Esto significa que el horario para observar del cielo con la ayuda del mapa se adelanta una media hora por semana, una hora por quincena y dos horas por mes, en términos generales.
El tiempo más propicio para el observador casual del cielo fue escogido en el mapa estelar entre las 7 y 9 pm, siendo esta última hora la que corresponde al aspecto del cielo a principios del mes, mientras el horario alrededor de las 7 pm rige para finales del mismo, tal como lo indica la regla que encabeza cada mapa. En los meses siguientes saldrán por el horizonte Noreste-Este-Sureste (N-E-S) nuevas configuraciones estelares y se ocultarán por el Noroeste-Oeste-Suroeste (N-O-S) aquellas próximas al horizonte en esta última dirección. Esto se debe al movimiento de la Tierra en su órbita alrededor del Sol, la cual describe en sentido Oeste a Este.
Este cambio es muy evidente en las constelaciones zodiacales: en Enero, por ejemplo, la constelación de Capricornio se oculta en medio del crepúsculo, mientras resurge a la luz del alba Sagitario que la precede.
El movimiento anual de la Tierra alrededor del Sol proyecta el disco solar en las diferentes y sucesivas constelaciones del Zodíaco. En el solsticio de verano 22 de junio, por ejemplo el sol, visto desde nuestro planeta, se localiza entre las constelaciones de Toro y Gemelos. Seis meses, después, el 22 de diciembre, la proyección del disco solar es entre Escorpión y Sagitario. (elcielodelmes.com)
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De igual manera, el grupo de las Pléyades, (popularmente conocidas como las Siete Cabritas), es un asterismo de verano. Aparece a principios de Noviembre por el este después de la puesta del sol y desaparece en Mayo en el oeste durante el crepúsculo vespertino.
Cada mapa mensual se centra en la hora local en Managua, que es también la oficial para el resto de nuestras ciudades, incluidos los países centroamericanos. En Managua hay pocos minutos de diferencia entre el aspecto del cielo en determinado momento y el que se observa en otros lugares situados más al este, o al oeste de la capital, lo cual es poco significativo dada la limitada extensión del país en relación a la duración de la rotación del planeta. |
Cada mapa mensual se centra |
Lo primero que debemos aprender
Una constelación es una configuración aparente de estrellas, angularmente cercanas entre sí, que ocupan un determinado sector del cielo, según las vemos bajo la perspectiva de nuestra presente posición, aunque bien sabemos que dichas estrellas están ubicadas muy separadas las unas de otras, a diferentes distancias y rumbos en la profundidad del espacio.
Los nombres más destacados en el Mapa Estelar corresponden a constelaciones (Orión, Tauro, Pegaso, etc.); aquellos en letra cursiva son estrellas de primera magnitud (Aldebarán, Rigel, Sirio, Fomalhaut, etc), a excepción del grupo conspicuo de las Pléyades o “Siete Cabritas”.
En este mapa el meridiano es la línea imaginaria orientada de norte a sur (N-S) que pasa por el cenit. Esta es más bien una curva que corta por en medio la bóveda celeste, separando las estrellas que ascienden por el N-E-S, (Norte-Este-Sur), de las otras que descienden hacia el horizonte N-O-S, (Norte-Oeste-Sur). Se conoce como culminación el tránsito o paso de un astro por el meridiano. En ese momento se encuentra en el punto de mayor altitud de su curso en relación al horizonte.
La esfera celeste se mueve lentamente en el sentido Este-Oeste, movimiento aparente reflejo de la rotación real de la Tierra de 23 horas y 56 minutos en sentido contrario; por esa razón las estrellas que se desplazan en la bóveda celeste alcanza el mismo punto en relación al horizonte 4 minutos más temprano de un día al siguiente en su curso cotidiano por el cielo. Curiosamente esos 4 minutos diarios suman un día adicional al término de un año. En otras palabras, la Tierra rota 366 veces en 365 días.
La posición de un astro en un momento dado se determina por dos variantes: su altitud y azimut. La altitud se mide en grados a partir del horizonte (0o), en dirección al cenit (90º), el punto más alto de la bóveda celeste, directamente sobre nuestra cabeza. El azimut se refiere a la dirección en que se encuentra el astro en determinado momento, con relación al horizonte. Se cuenta de 0º a 360º a partir del punto cardinal Norte, en el sentido de las agujas del reloj puesto horizontal, siguiendo el orden presentado en la parte inferior del Mapa Estelar.
Los nombres más destacados en el Mapa Estelar corresponden a constelaciones (Orión, Tauro, Pegaso, etc.); aquellos en letra cursiva son estrellas de primera magnitud (Aldebarán, Rigel, Sirio, Fomalhaut, etc), a excepción del grupo conspicuo de las Pléyades o “Siete Cabritas”.
En este mapa el meridiano es la línea imaginaria orientada de norte a sur (N-S) que pasa por el cenit. Esta es más bien una curva que corta por en medio la bóveda celeste, separando las estrellas que ascienden por el N-E-S, (Norte-Este-Sur), de las otras que descienden hacia el horizonte N-O-S, (Norte-Oeste-Sur). Se conoce como culminación el tránsito o paso de un astro por el meridiano. En ese momento se encuentra en el punto de mayor altitud de su curso en relación al horizonte.
La esfera celeste se mueve lentamente en el sentido Este-Oeste, movimiento aparente reflejo de la rotación real de la Tierra de 23 horas y 56 minutos en sentido contrario; por esa razón las estrellas que se desplazan en la bóveda celeste alcanza el mismo punto en relación al horizonte 4 minutos más temprano de un día al siguiente en su curso cotidiano por el cielo. Curiosamente esos 4 minutos diarios suman un día adicional al término de un año. En otras palabras, la Tierra rota 366 veces en 365 días.
La posición de un astro en un momento dado se determina por dos variantes: su altitud y azimut. La altitud se mide en grados a partir del horizonte (0o), en dirección al cenit (90º), el punto más alto de la bóveda celeste, directamente sobre nuestra cabeza. El azimut se refiere a la dirección en que se encuentra el astro en determinado momento, con relación al horizonte. Se cuenta de 0º a 360º a partir del punto cardinal Norte, en el sentido de las agujas del reloj puesto horizontal, siguiendo el orden presentado en la parte inferior del Mapa Estelar.
Ubicación de una estrella en la bóveda celeste en un momento dado, cuando su altitud es de 60º y el azimut 40º, aproximadamente.
(Mathematics Stack Exchange). |
A manera de ejemplos, consultando el Mapa Estelar de Enero, la estrella Sirio del Can Mayor tiene por altura 40º y azimut 125º, las Pléyades del Toro (77º y 349º), y Fomalhaut del Pez Austral (6º y 238º). Estas posiciones cambian lentamente con la rotación de la esfera celeste, de tal modo que la manera más práctica y permanente para identificar una estrella es por medio del mapa del mes según las fechas y horarios indicados arriba del mismo.
Se denomina orto el punto de salida de un astro en el horizonte y ocaso el que marca su ocultación en el horizonte opuesto. A manera de ejemplo, observemos en el mapa de Enero que la estrella Régulo de la constelación del León está emergiendo de su orto en el este (E), mientras que las estrellas de Acuario se encuentran próximas a su ocaso por el oeste (O).
Se denomina orto el punto de salida de un astro en el horizonte y ocaso el que marca su ocultación en el horizonte opuesto. A manera de ejemplo, observemos en el mapa de Enero que la estrella Régulo de la constelación del León está emergiendo de su orto en el este (E), mientras que las estrellas de Acuario se encuentran próximas a su ocaso por el oeste (O).
El eje de rotación de la Tierra apunta en dirección a la Estrella Polar (North Star), produciendo el efecto aparente que las estrellas vecinas describan círculos en su alrededor, según se muestra en esta fotografía tomada con exposición desde el Gemini Observatory North en el Mauna Kea, Hawaii, a 4,130 mts de elevación, en la latitud 20º. Aquellas estrellas que se encuentran a menos de 20º sobre el horizonte de Hawaii son circumpolares, es decir, siempre visibles desde esa latitud.
En efecto, las estrellas parecen describir círculos de un horizonte al otro, según la latitud geográfica del observador, siendo los cursos y visibilidad de mayor duración para aquellas situadas en el hemisferio donde está ubicado el observador. Por ejemplo: en el horizonte de Managua, (12º N de latitud geográfica), una estrella que se encuentra a 45º N de latitud celeste permanecerá sobre el horizonte 13 horas 45 minutos, a diferencia de otra, ubicada a 45º S en el hemisferio opuesto, la cual requiere 10 horas 15 minutos para cursar de un horizonte al otro: es decir su trayecto y visión es de menor duración que la estrella del primer ejemplo. Ambas cifras sumadas equivalen a las 24 horas de la rotación de la Tierra, que es de 360º.
Circuitos descritos por las estrellas al desplazarse por la bóveda celeste, tal como se orientan sobre el horizonte cuando vistas desde el Polo Norte, el Ecuador y una latitud intermedia, por ejemplo en Montreal. (El cielo del mes).
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Solamente aquellas estrellas que se encuentran en el propio ecuador celeste, (como las popularmente llamadas “Tres Marías”, en el cinto de Orión), tienen cursos de 12 horas completas; salen exactamente al este y se ocultan justamente en el oeste, vistas desde cualquier latitud de la Tierra.
Las estrellas situadas alrededor del polo celeste, llamadas circumpolares, describen órbitas completas arriba del horizonte, nunca salen ni se ponen. Dicho sea al respecto que en Managua la estrella Polar (Polaris) se localiza siempre fija a 12º de altitud sobre el horizonte norte de la ciudad. En general, la altitud permanente de la Polar es igual a la latitud geográfica del observador. Alrededor de la estrella Polar, (North Star, en el dibujo), rotan todas las estrellas del Hemisferio Norte, siendo las más destacadas las que forman la Osa Mayor, (Big Dipper en el vernáculo inglés o el Carro de David en el imaginario latino), y las que se encuentran en la constelación de Casiopea. Ambas constelaciones se mueven alrededor de la Estrella Polar, aunque en posiciones opuestas: mientras la una sube por el noreste la otra baja por el noroeste. Son circumpolares en lugares situados al norte de la latitud 40º, donde se las puede admirar todas las noches en sus incesantes giros en torno a la Estrella Polar. |
Del Mapa al Cielo
Al observar detenidamente el Mapa Estelar para familiarizarse con el aspecto del cielo en Managua, (también válido para cualquier lugar del país), se advierte que las estrellas de cada constelación están unidas por líneas que facilitan su identificación. Se omite la ubicación de la luna y los planetas, pues estos astros cambian de posición entre las estrellas de manera continua. Se describirán sus movimientos en otra sección de este Almanaque.
Localizar estrellas y constelaciones en el cielo nocturno no deja de ser un reto aun para aquellos ojos escudriñadores, lo cual hace de la observación de las mismas una experiencia de búsqueda y encuentro que refina nuestra habilidad de orientarnos e identificarlas, así como pone a prueba nuestra imaginación y agudeza visual. Para lograrlo, es importante que el observador se oriente ubicando previamente los puntos cardinales del lugar donde se encuentra, seleccionando espacios abiertos, oscuros, con menos luces artificiales, árboles y otros obstáculos que obstruyan la visión del firmamento. Bajo estas condiciones se puede observar mejor la Vía Láctea como un difuso arco de luz que cruza el cielo del uno al otro horizonte, en diferentes direcciones, según la época del año. En el cielo de Enero, por ejemplo, su trayectoria es de Noroeste a Sureste, atravesando sucesivamente las constelaciones Cefeo, Casiopea, Perseo-Cochero, Toro-Gemelos, Unicornio, Can Mayor y Popa. En el Mapa Estelar de Enero se presenta un contraste entre las brillantes constelaciones que aparecen y ascienden sobre el horizonte por el noreste, este y sureste (NE-E-SE) y las menos notables agrupaciones que descienden hacia el horizonte noroeste, oeste y suroeste (NO-O-SO, direcciones marcadas en el contorno del mapa. |
Arrancamos la inspección estelar mirando hacia el cenit, donde se destaca el grupo inconfundible de las Pléyades, (“Las Siete Cabritas”), en la constelación zodiacal del Toro (Taurus), a partir de las cuales se desprenden hacia el norte las estrellas de la constelación Perseo, (Perseus), que forman una figura de anzuelo o jota, en cuya curva figura Mirfak (α Persei) y en el extremo Algol, (β Persei), como las más brillantes, aunque de 2ª magnitud.
Esta última, (con nombre en árabe significa “el diablo’’), ocupa el extremo del codo. Es una estrella variable que disminuye de brillo de la magnitud 2.3 a la 3.5, a causa de una estrella acompañante, (invisible por medios ópticos), que pasa frente a ella y la eclipsa, disminuyendo su brillo por unas 3 horas cada 3 días. Al oeste de las Pléyades se encuentra un par de estrellas de 2ª magnitud que pertenecen a la pequeña constelación zodiacal del Carnero (Aries). Bajando en dirección al horizonte oeste (O) se descubre el gran cuadrado de la constelación de Pegaso (Pegasus), en uno de cuyos vértices se desprende, en dirección a Perseo, la constelación de Andrómeda; las más brillantes estrellas de ambas agrupaciones son de 2ª magnitud. Por el noroeste (NO) se localizan las constelaciones de Casiopea (Cassiopeia) y Cefeo (Cepheus), esta última apuntando a la Estrella Polar (Polaris). La estrella Polar se localiza siempre fija sobre el punto cardinal Norte, a unos 12º sobre el horizonte de Managua. Polaris está en el extremo de la constelación de la Osa Menor (Ursa Minor), cuyas estrellas inmediatas son de escaso brillo, difíciles de advertir en Enero por encontrarse directamente debajo de Polaris y muy próxima al horizonte. |
En el cuadrante suroeste (SO) del cielo de Enero, (ver Mapa Estelar), se encuentran dos constelaciones zodiacales poco brillantes: Peces (Pisces) y Acuario (Aquarius), la última parcialmente oculta en el horizonte oeste (O). Igualmente próxima a ocultarse en el suroeste (SO) figura el Pez Austral (Piscis Austrinus) donde brilla solitaria la estrella de 1ª magnitud Fomalhaut, (“la boca del pez”, en árabe).
Bajando del cenit, hacia el SO se extiende la constelación de la Ballena (Cetus), con dos estrellas de 2ª magnitud en ambos extremos. En cambio, dirigiendo la vista al sur se desprenden varias estrellas de 3ª y 4ª magnitud que describen el curso ondulante del río Erídano (Eridanus). Esta constelación arranca en la brillante Rigel de Orión hasta terminar en Achernar, (“el fin del río”, (α Eridanus), también estrella de 1ª magnitud próxima al horizonte sur. Cambiando de orientación, por el este-noreste (E-NE) se presenta un conjunto de brillantes constelaciones con algunas estrellas de 1ª magnitud, siendo la más destacada Orión, (conocido como “El Arado” por nuestros campesinos), donde atraen la atención tres estrellas brillantes y similares en línea recta, llamadas popularmente “Las Tres Marías”, o el “Cinto de Orión”. A uno y otro lado de esta alineación se observan dos estrellas aún más brillantes, de 1ª magnitud: la blanca Rigel (β Orionis) y la rojiza Betelgeuse (α Orionis), (“el pie izquierdo y el hombro derecho”) respectivamente. La primera es 60 mil veces más luminosa que el sol y la segunda tan voluminosa que centrada en el lugar del sol envolvería dentro de su gigantesca esfera a los planetas Mercurio, Venus, La Tierra y Marte. Orion es sin lugar a dudas la más prominente y atractiva constelación del cielo, fácil localizar en las noches de verano. Al sur de Orion se localizan las pequeñas constelaciones de Liebre (Lepus) y Paloma (Columba), con estrellas de 3ª magnitud. Representan en la mitología clásica las piezas cobradas por Orion el cazador. |
La alineación de las Tres Marías en el Cinturón de Orion, prolongada hacia el noroeste (NO), conduce a Aldebarán, (α Tauri), otra de las estrella de 1ª magnitud de color rojizo que forma parte de la constelación del Toro, de la cual las Pléyades forman parte.
La misma alineación en sentido contrario, (hacia el sureste), lleva hasta Sirio, (α Canis Majoris), de esplendente color blanco azulado, la más brillante y notoria entre todas las estrellas del firmamento, en la constelación del Can Mayor. Su excepcional brillo se debe a que es 33 veces más luminosa que el sol y se encuentra relativamente cercana, a 8.6 años-luz. |
Saliendo por el este se localiza Proción, otra estrella de 1ª magnitud en la constelación del Can Menor (Canis Minor). A la derecha, hacia el noreste (NE), se ven juntas Póllux y Cástor de la constelación zodiacal de los Gemelos (Gemini). La primera es de 1 magnitud; la otra de 2ª, aunque se observan casi del mismo brillo.
A medio cielo, entre el cenit y el horizonte norte se localiza la constelación del Cochero (Auriga), cuyas estrellas configuran un pentágono, en uno de cuyos vértices luce la brillante estrella de 1ª magnitud la Cabra (Capella, el cabrito) (α Aurigae). Esta estrella tiene un ligero color amarillento, como nuestro sol, aunque es mucho más voluminosa que este. Dicho sea al respecto que nuestro sol se encuentra a 8 minutos-luz de la Tierra y Capella a 42 años-luz. A tal distancia el sol, 420 veces menos luminoso que la Cabra, sería una estrella casi invisible a simple vista. La segunda estrella más brillante del cielo, es Canopo (Canopus), en la constelación llamada antiguamente Navío Argo. A causa de su longitud ha sido dividida en tres secciones: Popa, Vela y Quilla (o Carena), donde Canopus quedó como α Carinae. No obstante su gran lejanía, (313 años-luz), es una estrella de gran luminosidad, unas 22 mil veces más intensa que el sol. Algunas constelaciones como Lince y Jirafa, al norte, son poco brillantes, al igual que otras más pequeñas, (Dorado, Pintor, Retículo, Cincel, Horno y Escultor), internadas en el hemisferio sur. Como nota curiosa, las tres estrellas Canopo, Achernar y Fomalhaut están en línea recta; Achernar equidistante de las dos que ocupan los extremos. Esta alineación es paralela al horizonte sur, (unos 15º sobre el mismo), tal como puede observarse a mediados de Enero alrededor de las 7:30 pm. |
Distancia Angular entre las Estrellas
Desde la Tierra los espacios entre los astros se miden geométricamente en ángulos, cuyo vértice es el ojo del observador. Así por ejemplo, entre las estrellas Póllux y Cástor en la constelación de los Gemelos, la primera se encuentra a 33 años-luz de distancia y la segunda a 51. La distancia angular entre ambas estrellas es de 4º 30’, aunque en el espacio están realmente separadas a 18 años-luz la una de la otra.
Una forma empírica de medir distancias angulares cortas es extender el brazo en dirección a las estrellas en cuestión y utilizar el puño, la mano o los dedos como medidas de referencias. Éste es el método usual de los aficionados para medir la distancia aparente entre dos estrellas separadas angularmente en el firmamento. esta distancia, desde luego, no corresponde a sus verdaderos valores medidos en años-luz, o sea la que realmente las separa en el espacio. Por ejemplo, la distancia angular entre las dos estrellas más brillantes Alfa y Beta del Centauro, es de 4º 24´, según su posición observada desde la Tierra, aunque en el espacio real están verdaderamente separadas por más de 500 años-luz. |
En la escala angular, un grado equivale a 1/90 parte del arco meridiano medido entre el horizonte y el cenit. En la práctica de un observador casual con el brazo extendido largamente hacia el cielo, 10º abarcan aproximadamente el espacio cubierto entre los nudillos extremos de un puño cerrado; 15º a un "jeme", (distancia entre los dedos pulgar e índice extendidos); 25º a una "cuarta", (con los dedos extremos muy separados).
Algunas Distancias AngularesPléyades-Aldebarán 14º
Aldebarán-Betelgeuse 21º Betelgeuse-Sirio 27º Sirio-Canopo 36º Canopo-Proción 60º Régulo-Pléyades 90º En la figura, se usa la mano, los dedos abiertos, cerrados o en puño como escala angular.
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